Lecciones aprendidas en la Acción para la Industria de la región 8
José Miguel García-Martín, Coordinador de Relaciones con la Industria en IEEE España
El 17 y 18 de julio tuvo lugar en Grenoble el encuentro Acción para la Industria (AI) de la región 8 de IEEE, a la que asistimos una docena de Coordinadores de Relaciones con la Industria de diversas secciones. El objetivo de este encuentro era discutir acciones para aumentar el número de miembros de la asociación que trabajen en industria.
La presentación que preparó el organizador principal y jefe de la AI, Toni Mattila, fue finalmente impartida por Marios Antoniou, ya que aquel contrajo covid. Se centró en discutir qué se puede ofertar como valor añadido a quienes trabajan en la empresa. Y puede resumirse en estos seis puntos:
1) Tener acceso a un reservorio de personas talentosas a nivel internacional, en estos tiempos en los que resulta difícil encontrar buenos candidatos para rellenar vacantes.
2) Participar en un programa de mentorización online a través de la herramienta Collabratec: los miembros de IEEE en cualquier etapa de su trayectoria, pero especialmente cuando están comenzando su carrera profesional, pueden recibir orientación de profesionales reconocidos con los que tengan intereses comunes.
3) Influir en la elaboración y desarrollo de estándares que sean esenciales para su línea de negocio.
4) Aprender nuevas habilidades y saberes a través de los programas educativos de IEEE, que están recogidos en la IEEE Learning Network.
5) Adquirir conocimiento a través de las publicaciones de IEEE, tanto de las de nivel más técnico como de las más enfocadas a divulgación.
6) Conocer de primera mano los últimos avances asistiendo a las conferencias y eventos técnicos que organiza IEEE, donde además se pueden establecer nuevos contactos interesantes.
A continuación, Jacopo Celè de CEA-Leti (Comisión de Energía Atómica- Laboratorio de electrónica y de tecnología de la información) nos contó cómo su institución tiene un programa que hace de puente entre los descubrimientos académicos, que están en un nivel típico de TRL2, y los llevan a un nivel pre-industrial de TRL4 o 5 (por si algún lector no los conoce, los TRL-Technology readiness levels constituyen una escala del 1 al 9 que indica el grado de madurez de una tecnología). Hay que tener en cuenta que CEA es una organización con más de 21.000 empleados divididos en 9 centros de investigación en Francia que trabajan sobre todo en energía (inicialmente en nuclear, pero ahora también en renovables), si bien en los últimos años también desarrollan transformación digital, avances en medicina y en el sector de defensa y seguridad. En CEA-Leti tienen un portfolio con 3.200 patentes y han creado más de 70 startups. Tienen dos vías de financiación: investigación y desarrollo específico financiado por la industria, o y I+D colaborativo financiado por dinero público en convocatorias competitivas.
Por su parte, el antiguo presidente del comité de relaciones con la industria, Costas Stasopoulos, nos contó cómo el número de miembros en la industria ha caído un 49% desde el año 2000. Por ello, piensa que es esencial que aportemos valor añadido a los jóvenes profesionales en la industria y también conseguir que IEEE sea más atractivo para las grandes corporaciones. Sugiere un par de iniciativas: que se organicen eventos orientados a la industria, y establecer premios y reconocimientos para miembros de la industria y para compañías. En cuanto a las conferencias, piensa que habría que poner una tarifa con descuento para los miembros de la industria, e incluir siempre en el programa una sesión donde las miembros de diversas compañías puedan discutir. Por último, también piensa que los denominados Grupos Locales en IEEE pueden ser una buena forma de iniciar colaboraciones con la industria, ya que en ellos pueden participar personas que no sean miembros de la asociación. Para crearlos, simplemente se necesita dos miembros de IEEE y el permiso de la Sección, que es quien podría dotarles de fondos ya que no tienen asignados por defecto ningún dinero: puede ser una forma de explorar temas candentes y atraer a las industrias.
El evento contó también con pequeñas presentaciones de cada uno de los representantes de las distintas secciones y una mesa redonda abierta a jóvenes profesionales (YP). Finalmente, tuvimos una discusión donde las ideas más relevantes, en mi opinión, fueron las siguientes:
i) Existe un problema de partida, porque la gente de industria quiere mirar muchas cosas distintas, suele tener intereses multidisciplinares, mientras que IEEE requiere una suscripción específica para cada sociedad.
ii) Hay conferencias exitosas con mucha participación de empresas: suelen ser siempre en el mismo sitio, sin eventos sociales ni cena de gala y con tarifas moderadas. Las empresas van porque les interesa el contenido técnico, pero no tienen tiempo para socializar, ni ganas en muchas ocasiones (no sea que se le suelte la lengua a algún asistente y se den pistas a la competencia). Un ejemplo sería la International Solid-State Circuits Conference, que siempre se celebra en San Francisco con mucha participación de las compañías de Silicon Valley.
iii) Temas que interesan a la industria: cambio climático, eficiencia energética, conectividad e internet de las cosas, inteligencia artificial, capacidades digitales, seguridad. Quizá puedan organizarse eventos específicos (focused event) en estas temáticas entre dos o más capítulos.
iv) En el aspecto humano, se puede atraer a la gente de la industria a las tareas de voluntariado en IEEE explicándoles que podrán desarrollar tareas de liderazgo sin riesgo de ser despedidos en su empresa.
v) También hay que poner en valor los cursos de la plataforma IEEE eLearning Library, que oferta cursos que no son gratuitos, pero que sí otorgan certificado.
Por último, se recalcó que gran parte del problema es la pérdida de miembros jóvenes, estudiantes y jóvenes profesionales, que se alejan de la asociación cuando comienzan a escalar peldaños en las empresas.