La faceta más innovadora y creadora de IEEE

(O cómo afrontar el camino de convertirte en tu propio jefe)

Si quieres acceder al vídeo de la sesión, puedes hacerlo en este enlace.

La nueva normalidad llevaba ya un tiempo siendo la única normalidad conocida (o al menos recordada) en gran parte del país. Quedaban ya en la memoria las actividades con las que Young Professional Spain nos ayudó a pasar un confinamiento más entretenido,cuando este grupo de afinidad del IEEE volvió con otra mesa redonda, esta vez de la mano del Startup Olé, coorganizador de la actividad.

Y aunque YP Spain ya ha hecho de este tipo de actividades la normalidad, la novedad en este caso vino al estar enfocada en los emprendedores, como bien se reflejada en el título de la misma, Entrepeneurs@IEEE. Iniciativa motivada por la intención de poner el foco en la actividad empresarial, y en todos esos miembros que han creado compañías que hacen uso de las últimas tendencias en tecnología, a menudo llevándolas del ámbito de la investigación a aplicaciones en el mundo real.

Con Entrepreneurs@IEEE buscábamos aprender de esas personas motivadas, saber cómo piensan y trabajan, y cómo el IEEE les ayudó a tener éxito en sus iniciativas. Intentando, al mismo tiempo inspirar a aquellos que estuvieran pensando en crear sus propias empresas, así como valorar de qué modo el IEEE puede ser una herramienta útil para lograr ese sueño.

Y todo empezó con una breve presentación del congreso a cargo de Emilio Corchado, director de Startup Olé, que dando unas pinceladas sobre las dificultades de celebrar una actividad de este tipo en medio de una pandemia, se congratuló por la colaboración con el IEEE y lo oportuno de una iniciativa de es esta temática, convergente con el espíritu del congreso.

Imagen promocional de la actividad.

A continuación, Arturo Medina, chair de YP Spain, que en esta ocasión ejerció tanto de presentador como de moderador del debate (Dios nos lo guarde muchos años), habló como en tantas otras charlas brevemente del grupo de afinidad del IEEE, haciendo hincapié en esta ocasión en su capacidad de erigirse como puente entre el mundo académico y el profesional, ese mundo real que espera ahí fuera; relacionándolo con esa alternativa que constituye la filosofía del emprendimiento. Y resignándonos a que el Covid-19 fuera el causante de que de nuevo nos encontrásemos en formato online, se presentaron los pilares de la temática a tratar a lo largo de una tarde de viernes en la que se pretendía desmontar los mitos, despejar el misticismo del día a día de un emprendedor. Con el foco en:

  • ¿Cómo afronta uno el emprendimiento?
  • ¿Cómo y cuándo se anima uno a emprender?
  • ¿Supuso el IEEE un apoyo o una ayuda a la hora de emprender?

Disponiendo al final de cinco ponentes a los que hacerles éstas, y otras muchas preguntas. Aunque lo primero, lógicamente, fuera una debida presentación:

Laura González, ingeniera Aerospacial y confundadora de Radian System, empresa dedicada a la valuación de la temperatura de componentes de satélites durante su órbita.

Rubén Martínez, CTO de Biyectiva Technology. ingeniero de Telecomunicación y doctorado en AI; que monta su empresa con esos conocimientos adquiridos.

Daniel Rebollo, ingeniero de de electrónica, director de Hardwarriors, enfocado en la creación de hardware para simplicar la vida de sus clientes.

Jorge Rodrigo, ingeniero Mecánico, que ofrece servicios con vehículos no tripulados desde su empresa ICARUS Drone System.

Cristina Varona , ingeniera Agrónoma, con formación de MBA y máster en Ciencias Ambientales, cofundadora de Useful Wastes, enfocada en amortiguar el impacto ambiental de generación de agua dulce con desalación.

Imagen promocional de la participación de Rubén Martínez.

En cuanto los temas a tratar, se intentó cubrir la mayor parte de las preguntas planteadas, ya que se contó de nuevo con la posibilidad de realizar preguntas a los asistentes en “directo” usando la plataforma Pigeonhole; lo que, sumado a la posibilidad de votar estas preguntas para destacar las más interesantes (en opinión de los participantes), ayudó al moderador a conducir la mesa redonda por los temas que captaran con mayor éxito la atención de la audiencia. Por lo que, sin perder el dinamismo durante la charla ni evolucionar a un evento eterno, fueron debatidos con menor o mayor profundidad los siguientes bloques de contenido:

– Motivación, iniciativa que les llevó a emprender en lugar de ser un perfecto empleado.

En este bloque se fue desde la confesión de que todo podía deberse a un golpe de suerte, en forma de una día que se pudo convertir en realidad, hasta la certeza de que dedicarte a tus propios proyectos podía consistir en una alternativa igualmente válida. Aspectos importantes resultaron ser el contar con asociaciones que permitan o den capacidad de llevar a cabo una idea o proyecto, valorar las ventajas o desventajas de lanzarte al mundo del emprendimiento,o aprovechar el hecho de que la sociedad está cambiando, y tiende a reunir condiciones que promueven el emprendimiento frente a ocupaciones más clásicas.

– El día a día de un emprendedor

Pregunta clásica de las mesas redondas de YP Spain, en este caso los ponentes apuntaron a la necesidad de tratar con los clientes como factor clave. Dependiendo del tipo de empresa montada, el hecho de tener que trabajar con clientes, o la posibilidad de que ocurran urgencias marca de manera significativa el día a día de un emprendedor; siendo también importantes las posibles visitas, o reuniones, cuya influencia puede encarrilarse con planificación semanal o mensual de un trabajo siempre expuesto a imprevistos que obliguen a reprogramar todo el plan.

Imagen promocional de la participación de Daniel Rebollo.

– Formación complementaria y/o necesaria para un entrepeneur

Punto importante para todos aquéllos que abrazan en su mente la idea de emprender, y se convencen a sí mismos de que todavía no están preparados. Hubo quien defendió la utilidad de hacer un MBA para llevar las finanzas de la empresa (o comprender al menos qué estaba pasando), o colaborar con asociaciones, grupos de makers, o incluso acudir a la sabiduría de Internet para buscar información, colaboración, o información actualizada. También se dio la opinión de que era mejor externalizar ciertas prácticas (sobre todo financieras, contratando un asesor o gestoría), para centrarse en lo meramente técnico; sin que faltara el palito a unos políticos que podrían habilitar herramientas para facilitar el acceso a esta formación, o echar una mano a los emprendedores

– Gestión de equipo en una empresa

Hay quien trabajaba solo, por haberse encontrado con el problema de formar a alguien que luego se marcha, sumado al de encontrar un perfil ya formado. Hay quien tiene problemas en delegar por un carácter que le lleva a estar tirando de los demás, o por el impulso de querer saber qué se cuece en cada rincón de la empresa; situaciones que se van solucionando con la confianza que da el ir trabajando con un equipo que responde. Hay quien valora el trabajar con un equipo no demasiado grande de personas que comparten una visión y unos valores. Y hay quien sostiene que las empresas no tienen porque ser siempre competencia, sino que pueden ser vistas como posibles colaboradoras que permitan, por medio de la subcontratación, ahorrar pasos externalizando servicios con empresas que remen en la misma dirección.

Imagen promocional de la participación de Jorge Rodrigo.

Obtención de otras habilidades útiles, y dónde encontrarlas

En este tema, relacionado con la formación complementaria que podría ser útil para un emprendedor, se dio más importancia a los espacios en los que poder adquirir o desarrollar este tipo de soft skills que tan bien vienen a la hora de desenvolverse en un entorno profesional. Los ponentes estuvieron de acuerdo en que los eventos y congresos, como por ejemplo los organizados por IEEE, eran lugares ideales para conocer gente interesante, hacer contactos, haciendo que las oportunidades florezcan. Surgió también la idea de que igualmente importante podía ser participar en una asociación como el IEEE, tanto como estudiante, para aprender a gestionar pequeños equipos y proyectos, a hablar en público y venderte a ti o a tus ideas; como después como empresa, en labores más filántropicas de apoyo, involucrándose con estos estudiantes o profesionales.

Burocracia: de cero a empresa

Aspecto importante a la hora de montar una empresa, en este punto surgieron diferencias en el camino seguido por cada uno de los ponentes para solucionarlo. Mientras hubo quien tuvo que comerse todo el papeleo e ir a un montón de sitios después de ganar un proyecto, otros se ayudaron de oficinas que echan una mano con toda la documentación necesaria para constituir una empresa, o aprovecharon la ayuda de una aceleradora que inyectaba dinero e incluso constituía ella misma las empresas.

Imagen promocional de la participación de Laura González.

Problemas en la empresa: mensajes a los yo del pasado

Casualidad o no, debido a la condición de emprendedores de los ponentes en este caso primaron los consejos positivos, haciendo hincapié en no hacerle caso a la gente a la hora de pensar en emprender, sobre todo en un país con cultura de asalariado o funcionariado; y darle toda la importancia al hecho de que, a diferencia de estos asalariados, vas a poder dedicarte de manera plena a lo que quieres y te motiva.

Equilibrio en la vida de un emprendedor

Una de las grandes preocupaciones del que está pensando en emprender, con ese típico miedo de acabar siendo esclavo de tu criatura. Miedo que se pudo confirmar parcialmente con testimonios que hablaban de la dificultad de darse cuenta de que era trabajo, de la facilidad de llevarse las preocupaciones a casa, estar todo el día hablando de trabajo, o sucumbir a las ganas de hacerlo todo, y arrastrar los problemas al tiempo libre. Preocupaciones que pudieron despejarse con consejos como el desconectar forzándose a tener unas vacaciones de vez en cuando, delimitar horarios en los que no hablar de trabajo, o tener un móvil personal y otro para el trabajo.

Futuro de una empresa en períodos de confinamiento

Tema muy de actualidad por estar actualmente sometidos a una pandemia sin un final claro, los ponentes estuvieron de acuerdo en que dependía en gran medida del sector al que se dedicara la empresa. Mientras algunos sintieron el parón, e intentaron trabajar en lo que pudieran desde casa durante el confinamiento; a otros, enfocados en perfiles más tecnológicos, les sirvió como oportunidad para digitalizarse aun más. Con especial mención de las empresas de software, acostumbradas a trabajar en remoto ya antes, y para las que el confinamiento no supuso una diferencia significativa.

Imagen promocional de la participación de Cristina Varona.

Teletrabajo y Startups

En relación con la pandemia, los confinamientos, y como todo esto ha hecho que las empresas se hayan puesto las pilas en lo que al teletrabajo se refiere, se trató éste en relación con las startups de emprendedores. Como buena medida para facilitar el mercado de contratación, se compartieron no obstante dudas como lo complicado de la medida de la eficacia o la productividad de los empleados en algunas ocasiones. Teniendo en cuenta que podría solucionarse con confianza en que el empleado saque el trabajo adelante, o funcione por objetivos; se transmitieron también las certezas de que en ciertos momentos la comunicación se resiente, hay trabajos en los que el factor presencial no se puede sustituir, y de que, lamentablemente, este país no está preparado todavía para hacerlo del todo bien.

Conclusiones

Fue un debate realmente interesante, en el que se discutieron muchos y muy interesantes temas, con participación proactiva de los asistentes y ponentes, y un dinamismo palpable en los puntos de vista, réplicas y puntualizaciones que se intercambiaban los ponentes.

Así que, tras debatir sobre los temas previos, se les dio una oportunidad, un minuto de oro, por así decirlo, de condensar lo dicho en unas conclusiones con las que finalizar el evento, y que quedan recogidas a modo de corolario de este artículo.

A la hora de emprender, hay que evitar esperar a un momento perfecto que nunca va a llegar, siendo ágil, sin tener miedo a fracasar, pues se puede probar de nuevo, y es mejor hacerlo a medias que no hacerlo. Y aunque emprender no es para todos, y hay que hacerlo con algo de cabeza; si al escucharte a ti mismo es lo que te pide el cuerpo, hay que atreverse a hacerlo porque el presente es el momento para emprender; ya que aunque todo vaya mal, el aprendizaje ganado merecerá la pena; y no se tendrá la espina de saber que lo único por lo que no te equivocaste, es por no haberlo intentado.